Oviedo es una ciudad que invita a pasear, a perderse por sus calles empedradas y a dejarse sorprender por su historia y su ambiente acogedor. Si tienes una mañana libre y quieres disfrutar de lo mejor del Oviedo Antiguo, aquí tienes un plan perfecto, combinando tradición, cultura y, por supuesto, buena gastronomía.
1. Comienza con un carbayón en Camilo de Blas
El día arranca en Camilo de Blas, una de las confiterías más emblemáticas de Oviedo, abierta desde 1914. Pide en su mostrador centenario un carbayón y descubrirás el dulce más icónico de la ciudad. Si el orbayo (esa fina lluvia asturiana) lo permite, disfrútalo mientras caminas por las calles empedradas del casco histórico, sintiéndote un auténtico ovetense.
2. La Catedral de Oviedo: una foto imprescindible
Con el toque dulce en el paladar, toca el primer plan del día: la Catedral de Oviedo. Su imponente torre gótica es el símbolo de la ciudad y, sí, la foto en su plaza es casi obligatoria. Consejo: si vas temprano, tendrás la mejor luz y menos gente alrededor.
3. Un paseo por el Mercado del Fontán
A solo 5 minutos de la catedral espera el Mercado del Fontán, que bien merece una visita. Inaugurado en 1885, este mercado conserva su esencia con puestos llenos de producto fresco y ese ambiente vibrante de las plazas de abastos de toda la vida. Date una vuelta, charla con los comerciantes y déjate sorprender por la calidad del marisco y el pescado asturiano.
4. El festín en Al Baile La Temprana
Tras la mañana explorando, es hora de disfrutar de una comida especial en un lugar con historia: nuestro restaurante Al Baile La Temprana. Ubicado en una casona del siglo XVIII (la única de la zona que sobrevivió a los bombardeos de la Guerra Civil), este restaurante también fue protagonista en una secuencia de la película “Vicky, Cristina, Barcelona”, del mismísimo Woody Allen.
Más allá de nuestro famoso brunch, el menú degustación es una experiencia gastronómica que te lleva por un recorrido de sabores asturianos con un toque innovador. Productos de temporada, presentaciones cuidadas y maridajes que elevan cada plato.
Si prefieres algo más casual, la carta está llena de opciones que combinan tradición y creatividad, con guiños a la cocina local pero sin miedo a innovar.
5. El broche final: un café irlandés en Per Se Café
Para cerrar la experiencia como se merece, un último capricho: un café irlandés en Per Se, un referente del specialty coffee en Oviedo. Su cuidada selección de cafés y su ambiente acogedor lo convierten en el sitio ideal para alargar la sobremesa. El contraste del café con el whisky y la nata es el punto perfecto para terminar la jornada con buen sabor de boca.
6. Para bajar la comida: un paseo por el Campo San Francisco
Para digerir con calma y seguir disfrutando de Oviedo, un paseo por el Campo San Francisco es el broche perfecto. Sus caminos arbolados y la tranquilidad que se respira hacen que sea el lugar ideal para terminar una visita tan especial.
7. Y si quedan ganas de fiesta… ¡La Piel del Tripulante!
Y si aún quieres que Oviedo te dé más, encamínate hacia el Oviedo Antiguo, dirección a La Piel del Tripulante. Un local con más de dos décadas de historia y que se ha convertido en uno de los referentes de la escena nocturna en Oviedo. Perfecto para aquellos que quieren seguir disfrutando del buen rollo y de la buena música.
¿Cuándo dices que vienes? 😉
(Gracias Antonio Morillas por la foto)